Brañosera: Historia, Naturaleza y Aventura en el Corazónde la Montaña Palentina
Enclavado en las estribaciones de la Montaña Palentina,entre crestas que rozan los dos mil metros y valles tapizados de hayas yrobles, se alza el histórico municipio de Brañosera. Este pequeño pueblo no essolo un paraíso para los amantes de la naturaleza, sino también un hito en lahistoria de España: aquí se otorgó, en el año 824, el que está considerado comoel primer fuero municipal de la península. Un documento pionero que estableciónormas de convivencia, organización social y aprovechamiento comunal delentorno. Fue una semilla de autogobierno en plena Alta Edad Media, símbolo derepoblación y libertad.
Un entorno privilegiado
Brañosera está rodeado de un entorno natural de gran valorecológico y paisajístico. En sus laderas se alternan extensos bosques de hayas,robles centenarios y acebos, que cambian de color con cada estación y cobijanuna fauna rica y variada. Los ríos Camesa y Rubagón recorren sus valles conaguas limpias y frías, formando cascadas y pozas naturales en su descenso desdelas alturas de la sierra de Hijar.
La arquitectura tradicional, con sus chozas de piedra,refugios pastoriles y casonas de sillería, se funde con el paisaje y cuentahistorias de trashumancia, resistencia y vida comunal. Las brañas, pastizalesde altura donde antaño se llevaba el ganado en verano, aún conservan su nombrey esencia, y evocan la simbiosis entre hombre y naturaleza que ha definidodurante siglos a esta tierra.
Actividades de montaña durante todo el año
Brañosera es punto de partida de numerosas rutas desenderismo que recorren la Montaña Palentina, desde suaves paseos familiareshasta ascensiones exigentes como la del Valdecebollas (2.139 m). En invierno,las nieves convierten el entorno en terreno ideal para el esquí defondo, con rutas marcadas y parajes silenciosos donde solo se oye el crujirde la nieve bajo los esquís.
En las paredes heladas de la sierra, los más intrépidosencuentran también espacio para la escalada en hielo, una actividadcada vez más practicada en estos valles gracias a las condiciones invernalesconstantes y la pureza de las formaciones naturales.
El otoño en Brañosera es un espectáculo.Las hayas tiñen los montes de tonos dorados, cobrizos y rojizos, y losaficionados a la micología acuden a buscar setas en los bosques: boletus,níscalos y otras especies que crecen bajo los árboles o en los prados húmedos.La recogida de setas, además de tradición, se ha convertido en una actividad deturismo sostenible que atrae visitantes respetuosos con el entorno.
Como actividad más familiar y con exigencia mínima, osrecomendamos la senda de la Pedrosa (es el monte de robles que separa Barruelode Brañosera). Se puede bajar por el monte, alejado de lacarretera, cogiendo el camino de la ermita de San Roque y simplementebajando por el bosque y subir por la senda peatonel anexa a la carretera.(Subir y bajar: 2 horas).
Todavía menos exigente que el anterior, es obligatoriovisitar los pozos Merino y la Aceña salienbdo desde Brañosera por el camino deLas Puentes.. Ida y vuelta 1 h.
Flora y fauna de Brañosera
El patrimonio natural de Brañosera no se limita a suspaisajes. En los montes y valles conviven especies emblemáticas de la faunaibérica. Es posible avistar corzos, jabalíes, zorros y,con algo de suerte y paciencia, lobos ibéricos que aúnencuentran refugio en las zonas más apartadas. El águila real,el buitre leonado y otras rapaces sobrevuelan los cañones ycrestas, mientras que en los arroyos habita la trucha común ypequeños mamíferos como el desmán de los Pirineos, en peligro deextinción.
La flora también es excepcional: los bosques de haya(Fagus sylvatica) y roble albar (Quercus petraea) sonlos protagonistas del paisaje, pero se encuentran también tejos, acebos, abedules, helechos yorquídeas silvestres. En primavera, los pastos se cubren de flores alpinas yplantas aromáticas que llenan el aire de fragancias únicas.
Una joya viva entre montañas
Brañosera no es un lugar anclado en el pasado, sino unacomunidad viva que ha sabido conservar sus raíces y su identidad. Su fuero nosolo representa una reliquia jurídica, sino también una inspiración para unmodelo de convivencia basado en la colaboración, el respeto al entorno y ladefensa de lo común.
Hoy, Brañosera es una invitación: a conocer la historiadonde comenzó el municipalismo, a caminar por los mismos senderos que usaronpastores y repobladores hace mil años, a respirar aire puro entre hayedos y aredescubrir la belleza sencilla de la vida en armonía con la tierra.
Ya sea para una escapada de fin de semana o para unainmersión profunda en la naturaleza y la memoria, Brañosera ofrece algo queescasea en el mundo moderno: autenticidad.
Brañosera asoma entre flores silvestres, con sus tejados rojizos cobijados al pie de un hayedo inmenso que cubre la montaña como un manto verde de primavera.
Pozo Merino: con su cascada cristalina que cae entre rocas musgosas, formando un pozo de agua tranquila rodeada de naturaleza viva. Un rincón perfecto para refrescarse en verano.
Bosque de hayas en otoño: un mar de hojas doradas, ocres y rojizas que crujen bajo los pies y pintan el paisaje con la paleta cálida de la estación.
GUIA DE TURISMO
RESTAURANTES EN BRAÑOSERA.
Hay dos:
RESTAURANTES FUERA DE BRAÑOSERA.
Un ejercicio que a nosotros nos gusta mucho, es recorrer los pueblos alrededor de Brañosera, hay infinitos....Os pongo algunos donde hay restaurante (reservad antes, porfa)
El Valle de Campoo es anejo a Brañosera, camino de él o a la vuelta podéis parar en Salcedillo que es del alfoz de Brañosera, más pequeño, pero con una preciosa iglesia del XII, río y puente, con casas de piedra que os transportarán, seguro a otra época.
Pueblos más grandes tenéis a 20 km, tanto Aguilar de Campoo hacia el sur, como Reinosa hacia el norte,y Cervera de Pisuerga hacia el oeste. Ahí se os va ya la mañana o la tarde completa, claro. Alrededor de todos ellos encontraréis muchísimos más pueblecitos para hartaros de ambiente rural...Camino de Cervera tenéis, también, un reguero infinito de pueblecitos. Podéis parar en Salinas de Pisuerga: el río, para bebérselo, iglesia barroca (donde todo alrededor es románico) y 2 ó 3 sitios para comer o cenar de mucha confianza. La Cantina de La María, al lado del río (comida clásica y bien rematada..) y el Escaramujo (comida original, pelín vanguardia...)
Por una de las carretas que unen Barruelo con Cervera se puede parar en la Ermita del Carmen, centro de peregrinación religiosa para los pueblos de la comarca. Allí se respira el silencio y el recogimiento propio de los monasterios .y también con un piscolabis en el bar del monasterio.
PASEOS
De vuelta a Brañosera y como actividad más familiar y con exigencia mínima, os recomendamos la senda de la Pedrosa (es el monte de robles que separa Barruelo de Santullán de Brañosera). Se puede bajar por el monte, alejado de la carretera, cogiendo el camino de la ermita de San Roque y simplemente bajando por el bosque y después subir desde Barruelo a Brañosera por la senda peatonal anexa a la carretera. (Subir y bajar: 2 horas).
Todavía menos exigente que el anterior, es obligatorio visitar los pozos Merino y la Aceña: saliendo desde Brañosera por el camino de Las Puentes.. Ida y vuelta 1 h. Cómodo y perfecto para niños.
En general dejando el pueblo por cualquiera de los puntos cardinales encontraréis, siempre, un camino muy accesible que os llevará a cualquiera de los paisajes naturales de Brañosera: Por ejemplo saliendo del pueblo hacia el sur a la altura de Avda Munio Núñez, 2, saliendo hacia la izquierda (42°56'07.5"N 4°18'19.0"W) encontrareis a unos 1,5 Km, La Arcadia que es un pequeño parque particular pero visitable, en medio del bosque con casas de madera construidas sobre los árboles…Para niños, impecable. Recuerdos para Davíd, el artista...
MUSEOS
En Barruelo de Santullán, cuenca minera hasta los años 70, tenéis el Museo de la mina y la propia mina de carbón visitable. Muy aconsejable si os queréis hacer una idea de cómo y dónde trabajaban los mineros del carbón.
COMPRA de COMIDA
En Barruelo tenéis pescadería, carnicería, panadería y pequeño supermercado. Más variedad, en Aguilar o Reinosa.